Ayer en clase tuvo lugar las exposiciones del trabajo de "huellas de la ciudad", clasificado en la asignatura de Educación, Comunicación y Sociedad. Para mí, no era una exposición normal en la que apareces ante unas 100 personas explicando tu trabajo de forma oral, sino que tenía que expresarme (como bien dice el célebre tópico) haciendo música, es decir, mencionando todo aquello que no se puede contar con palabras. A decir verdad estaba nervioso, incluso más de lo que me estoy encima de un escenario, y no sólo por el hecho de jugarme una parte de la nota de la asignatura, sino porque tenía que coordinar el último acorde interpretado con la última imagen del vídeo expuesto. Algo francamente difícil teniendo en cuenta que el vídeo duraba unos 3 minutos y la pieza unos 5 minutos, de ahí a que tuviera que "recortarla".
No hemos subido el vídeo a Internet debido a que no le añadimos música y quedaría un tanto pobre.
En líneas generales el proyecto de "huellas de la ciudad me ha parecido una actividad provechosa para analizar más a fondo la ciudad en la que residimos y también para darme cuenta de la huella que deja la ciudad en mí.
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