El 22 de mayo de 1994, se dio lugar en el Hospital de Mérida, el nacimiento de muchas vidas, de muchos seres con sus respectivas historias, anécdotas, sentimientos y emociones; pero sin duda la que más conozco y de la que más orgulloso me siento es la de mi vida.
Como bien dije antes nací en Mérida, aunque desde mi primera semana de vida residí en Almendralejo, ciudad de la que presumo con orgullo hasta el día de hoy; en el seno de una familia de clase media, si bien esta posición en la sociedad no se lograría sino a base de muchas horas de trabajo y vigor por parte de mis padres Francisco y Esperanza, los cuales considero los pilares sustentantes de mi vida y las personas que me han intentado educar lo mejor posible (pese a que no ha sido fácil) para convertirme en una persona medianamente razonable y equilibrada usando como herramienta los valores del esfuerzo y trabajo para demostrarme que la vida no es nada fácil, y la motivación para lograr lo que me proponga, en todos los sentidos. Mi hermano Manuel es la cuarta y última pieza de mi puzzle familiar, mi mano derecha, mi ejemplo a seguir y, siendo realistas y sinceros, mi ídolo. Desde la infancia siempre intentando protegerme, hacerme reír (y llorar), y enseñarme para hacer de mi una persona extrovertida, sociable y con mas madurez que los de "mi quinta".
Mi niñez la recuerdo por suerte o por desgracia con mucha nostalgia al recordar esos buenos momentos junto a mis amigos (aún a mi vera) y personas que dejas en el camino y añoras como antiguos compañeros e incluso familiares cercanos, aunque siempre con una sonrisa y acompañado de mi mejor aparejo para comunicar sentimientos, la guitarra. Ya en septiembre del 2001, a la temprana edad de siete años ingresaba en el Conservatorio Oficial de Música, un sitio desconocido para mí del que me llevo numerosos buenos momentos con excelentes profesores y anécdotas que contar.
El primer gran cambio de mi vida se produjo con mi entrada y estancia en el instituto Carolina Coronado durante cuatro años, donde podemos decir que finalizó y comenzó mi infancia y adolescencia respectivamente, en una etapa llena de desequilibrios, buscando mi propia personalidad e intentando, no como en antaño ser el mejor estudiante de la clase, sino simplemente en limitarme a no suspender y destacar en todo menos en los estudios; un error a mi juicio.
En busca de nuevas amistades, distintas actividades y formas de enseñanza me trasladé a mi segundo instituto, el I.E.S. Santiago Apóstol, lugar donde cursé Bachillerato, del que me llevo de regalo la imagen de buenos compañeros y colegas, y el premio de la enseñanza y reflexiones de la vida de algunos profesores a los que guardo cierta admiración y respeto; y es que dentro de la cantidad sólo se puede guardar con llave la calidad.
El gran cambio de mi vida se dará en septiembre de 2012 en la ciudad de Segovia, donde actualmente curso el grado de Publicidad y RR.PP. donde espero formarme en esta gran carrera dentro de la rama de la comunicación y seguir conociendo gente maravillosa de la que aprender y aportar, quedándome siempre con lo positivo, y aprendiendo de lo negativo, con el objetivo final de "dejar huella".
Sin más preámbulos me despido con un "hasta la próxima", deseando sacarle el mayor partido a éste blog para que os guste, y así sentirme realizado como persona.
¡Un abrazo fuerte!
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